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¿Innovación enfocada en el cliente?

By enero 11, 2018 diciembre 13th, 2018 No Comments

Ya sea que estén pidiendo la cena o escogiendo una película, los clientes se están acostumbrando a experiencias rápidas, intuitivas y fáciles de usar. Todas las empresas deben entender que estas expectativas elevadas son la nueva normalidad. Como el mundo está cambiando a una velocidad cada vez mayor, aprender e innovar más rápido que la competencia es la única ventaja competitiva sostenible a largo plazo.

La innovación útil consiste en tomar todo el aprendizaje, que se obtiene de entender al usuario, y traducirlo en soluciones en el mercado que mejoran la vida del cliente. Es importante reconocer que, aprender e innovar rápido desde el primer momento, es más importante que esperar a hacer las cosas perfectas. Uno de los axiomas del Design Thinking es aprendizaje mediante la acción (Learning by Doing).

Lo primero que debemos plantearnos es que la innovación no es un departamento, es una cultura empresarial que debemos implantar con metodologías adecuadas.

Al mantener tanto el punto de vista como la investigación concentrada en los clientes, se puede mantener el ritmo que marcan ellos a medida que sus intereses y necesidades cambian con el tiempo. Se necesita estar trabajando constantemente para mejorar su experiencia, más allá de lo que su cliente podría estar esperando.

¿Qué os parece si os hacemos partícipes de lo que para nosotros serían las 4 claves principales para implementar la innovación?

  • Crear una organización centrada en el cliente utilizando Design Thinking y desarrollar estrategias para reducir los procesos burocráticos y respaldar la innovación.
  • Observar y comprender las necesidades de los clientes, desarrollando experimentos y prototipos rápidos con los usuarios.
  • Obtener información directa sobre las fuentes de satisfacción del cliente y la percepción de su marca.
  • Crear una cultura de innovación que aproveche la creatividad de tus clientes y empleados.

Recuerda, construye un equipo efectivo. Los conocimientos de clientes y empleados no son suficientes; un proceso de innovación efectivo termina con un gran equipo que convierte los conocimientos en productos y servicios defendibles.

Por Raúl Romeu