La vacuna de la PYME … ya existe y se llama estrategia.
Punto y aparte. Ya se ha hablado desde multitud de foros de lo que ha ocurrido en todas nuestras empresas con este parón inesperado y en seco. Centrémonos ahora ya en esa visión de “esperanza”, vamos a ese tan esperado día +1. Creamos en la vuelta a crear!
De todos es sabido que muchas de nuestras pymes tenían desde hace ya algún tiempo una serie de dificultades en sus diferentes mercados. La constante turbulencia del entorno empresarial en el que conviven, la competencia, o los inesperados y cambiantes comportamientos del actual consumidor hacían tambalear sus rígidas estructuras en el complicado reto de seguir creando valor.
Pues si todo hasta la llegada de este momento ya era así, si esta era la aceptada cotidianidad, creo que a nadie le resultará ya extraño el apreciar que se avecinan nuevos y diferentes tiempos en los cuales la dinámica de darle un “plus” más al día a día de nuestro modelo empresarial, va a ser el titular diario. El innovar no tanto sobre lo que hacemos y a lo que nos dedicamos, que igual también, sino a cómo lo hacemos. El cómo llegamos ahora!
Y sí, hay que darle un giro a eso que hemos estado haciendo hasta la fecha, pero sobre todo no olvidar lo importante de controlar estratégicamente el cómo se gestiona todo eso. Y no es fácil.
Después de este largo punto y seguido en el que estamos ya no solo valdrá aquello de que todo el proyecto empresarial sea “solo” marketing. Debe evitarse a toda costa. Es uno de los males primarios del negocio para la etapa que ahora retomamos. Lo habíamos ido viendo últimamente, pues en muchas de las compañías esto empezaba a abundar, y ese posicionamiento en el mercado es tan peligroso o más para una empresa que el que no exista marketing o que, como en anteriores crisis, quede totalmente defenestrado dentro de nuestra estrategia.
Si se analiza desde el prisma de la gestión estratégica, el próximo medio plazo va a ser crucial para nuestro proyecto. Pasa a ser más importante que nunca un correcto y profesionalizado management que dirija y posteriormente controle el sentido de nuestro modelo de negocio dentro del nuevo mercado que deberá comprarnos cada día.
Los modelos ahora más que nunca deben poder ser flexibles, gestionados de forma correcta en su endeudamiento (sí, sí, no es fácil saber convivir con una importante pero vital deuda) y contar con comités profesionalizados de evaluación continua de la gestión. Eso será lo indispensable si queremos mantenernos a flote dentro de todo este maremoto por el que nos hemos visto absorbidos.
Cuando se habla de flexibilidad en los modelos es porque, entendiendo que las demandas van a ser aún más virulentamente cambiantes, todo lo que sea poder gestionar una estructura lo más cercana al modelo “por proyecto” o variable será mucho más rentable para todos los actores intervinientes.
Otra de las cosas que aprendemos para el nuevo escenario es que, en contra de lo positivo que podría ser mantener un proyecto saneado en materia de endeudamiento por la aportación de éste al resultado obtenido, la visión estratégica gira definitivamente. Hoy en día el margen final de tu modelo debes tenerlo calculado sí o sí con su porcentaje de carga financiera detrás… Los temores que se han destapado desde la banca ante situaciones como esta, donde ellos -como es lógico por otra parte- también miran para su costado, hacen que pase por ser imprescindible el contar con él. Cuántas pequeñas y medianas empresas, libres de endeudamiento por su tipo de negocio, se han quedado a la cola de la aprobación en la obtención de una financiación “coyuntural”, pero que ahora más que nunca pasa por ser una nueva necesidad vital.
Entrando ahora en el capital humano de las compañías, ese tan necesario talento interno, una reflexión que podemos lanzar viene al pensar en el tan nombrado estos días teletrabajo. Cuando muy pocos eran los que podían ejecutar sus obligaciones diarias bajo este modo, en algunos negocios y en determinados sectores ya empezaba a ser, por diferenciación, vía de rentabilidad de su modelo empresarial. Por eso, muchas de las compañías viendo lo ocurrido, deberán cuidar y proteger la necesidad cambiante de su gente más que nunca. Si es así, ésta seguro responderá con un mayor “aporte” a la empresa. Y eso es básico para el negocio; el lograr eso de su equipo en estos momentos duros, ¡ahí es donde no es fácil el poder estar a la altura!. Por eso, si el empresario llega a entender la nueva y verdadera conciliación que nace a partir de ahora, se habrá logrado consolidar una plantilla fiel, generando con ello para su empresa unos rendimientos crecientes que se producen por la menor rotación de personal y la mayor eficiencia que aparece con los procesos adquiridos.
Incidiendo en esa creación de comités profesionalizados de evaluación continua de la gestión y dando por hecho que muchas de las firmas terceras que colaboramos en el entorno de una compañía empezábamos a sumarnos a la tendencia de la presencia en remoto, cabe apuntar que, viendo la nueva realidad de demanda a medio plazo que a las empresas les va a tocar vivir, es de recibo volver a dar un nuevo giro, otro más pero muy importante en estos momentos, pues sabemos que tanto para el empresario como para su equipo somos necesarios más cerca que nunca de ellos. Toda suma y esfuerzo extra es poco, por ello, incorporando las medidas sanitarias de protección establecidas, debemos cuanto antes poderles mirar a los ojos y decirles: «el proyecto por el que apostáis tiene futuro y os vamos a ayudar a seguir. ¡Somos uno más, no estáis solos!».
Ahora más que nunca la comunicación, tanto interna como externa, debe ser en positivo. El tan cacareado y miedoso “todo será diferente”, tal vez va a cumplirse, sí, pero bajo la visión o el prisma del positivismo (que no de la venta de irrealidad), hará que nuestro liderazgo organizacional haga ganar un mayor porcentaje de rentabilidad reputacional y con ello económica de la que obtendrán aquellos que no lo gestionen correctamente.
Por poner un ejemplo que nos venga a la mente para ese empresario que ahora, leyendo, no acabe de trasladar a su realidad lo comentado por pertenecer a sectores muy perjudicados por toda esta situación sobrevenida. Solo hay que hacerle pensar en aquello que antes era más dificultoso de gestionar para muchas empresas y profesionales en general, esas siempre tan vigiladas deducciones del impuesto de turno por gastos de restauración u hospedajes. Al final no había más remedio que, en muchos casos, contener esas partidas. Mirar lo que llegó a conseguir una simple deducción por adquisición de vivienda en el entorno en el que se encontraba el país por aquella época. Ahora, un simple gesto impositivo, un nuevo guiño orientado a esas actividades, puede conseguir adelantar otra vez la reactivación de todo un sector y potenciar a marchas forzadas la vuelta a sus niveles de negocio. Veremos si se da, pero ahí queda como pensamiento en voz alta del análisis de su situación …
Para finalizar, insistir de nuevo en que estamos de suerte porque, a diferencia de los humanos, las pymes, las empresas en general, ya cuentan con una vacuna para todo este daño… y es la estrategia. Además de por haber incorporado dicha herramienta a nuestra gestión empresarial diaria, el haber pasado esta “enfermedad económica” valdrá la pena si logramos sentir que en nuestra empresa o en nuestra profesión, como en el deporte, la competitividad la disfrutamos simplemente por poder volver a estar peleando en tu mercado y mantener una cuota entre la de los demás. Debemos darnos por ganadores. No todo vale ya… ese debe ser el aprendizaje, pues peor habría sido no poder volver a estar.
Aquilino Medina, socio fundador y CEO en Medina & Co. – Tu estrategia empresarial
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