Hoy me meto en el terrero de Aquilino, pues hablo de estrategia. No soy yo si no entro en jardines de vez en cuando. Os cuento algo que me pasa en casa.
Vivo en un adosado, en el que hay un pasillo algo estrecho para llegar al garaje y meter el coche. Naturalmente, cuando vas de entrada, no pasa nada. Pero hacer marcha atrás, es interesante a veces.
Aquí viene mi descubrimiento. Seguramente muy simple. Siempre hay obstáculos en ese pasillo. Guardamos mil cosas en el garaje que tienden a desplazarse solas por la noche y acercarse al coche por alguna razón.
En ese pasillo hay además grandes macetas que fueron a parar allí por razones ya olvidadas. Y luego vienen los niños, que tampoco se están quietos. Naturalmente. Así que por las mañanas, cuando hago marcha atrás, debo estar atento a varios obstáculos. Y cuando así lo hago, casi invariablemente meto la pata y debo reiniciar la maniobra. Sin embargo, cuando fijo la mirada en el sitio al que quiero llegar, casi milagrosamente consigo esquivar los obstáculos y llegar directo!!
Y eso he aprendido. Y es lo que trasladamos a los clientes. Si no sabes dónde quieres ir, será lógico que centres tu atención en los obstáculos. Y te estrellarás contra ellos. Sí. Las voluntades imperfectas y las visiones incompletas se centrarán más en todo lo que tienen que salvar para mejorar. Pero mejorar no es un objetivo demasiado bien definido. Solo cuando te centras, cuando tienes el foco claro y miras donde debes, se produce la magia de saltar los obstáculos. Estos no van a desaparecer. Pero tendrás la habilidady la motivación de superarlos.
Así que la pregunta es muy sencilla, y tú ¿dónde estás mirando?
Por Sergio Herrero, responsable del área de RRHH en AquilinoMedina – Tu estrategia empresarial